Ana Isabel López, alumna del Grado Superior de Técnico/a en Patronaje y Moda, ha estado de Erasmus en República Checa.
“Tras los primeros años de la pandemia, una nueva realidad se hizo camino y, cuando las medidas de movilidad lo permitieron, encontré la oportunidad de realizar un Erasmus+ Moda. El Instituto Tecnológico Fuenllana me concedió una beca, tras estudiar en este centro el Grado Superior de Técnico/a en Patronaje y Moda. Encontré unas prácticas en la Universidad de Liberec (República Checa), durante 6 meses (de Noviembre de 2021 a Mayo de 2022). Pude realizar mi propio proyecto en el Departamento de Diseño de la Facultad de Ingeniería Textil.
Liberec es una pequeña ciudad al norte (a una hora de Praga), localizada en la montaña. Rebosa encanto, tanto por la arquitectura de sus edificios, como por la naturaleza que la rodea. Lo que viví allí supuso un cambio radical respecto a una gran urbe como Madrid. A pesar de su largo invierno y la gran cantidad de nieve (nevó hasta principios de abril), el lugar era precioso y estaban muy preparados para estas condiciones. La estancia allí fue toda una experiencia.
A finales de abril, el tiempo mejoró y la primavera llegó a la región. El paisaje pasó a estar formado por árboles verdes y flores de diferentes colores. Todo el mundo disfrutaba del sol en la naturaleza.
En esta ciudad hay varias universidades, por lo que viven muchos estudiantes de todo el mundo en la residencia, normalmente realizando un máster. El ambiente era muy bueno para conocer a gente distinta y sus culturas. Además, la ESN, la organización que ayuda a los estudiantes Erasmus, organizaba diversas actividades. Así fue muy fácil disfrutar de la convivencia y encontrar diversos compañeros y amigos que me acompañaron durante esta etapa.
Proyecto final Erasmus
Respecto al proyecto que realicé en esta universidad, consistió en un modelo patronado y confeccionado con un tejido Jacquard, también diseñado por mí. Primero, mi tutora me indicó que escogiese un tema que quisiera desarrollar, en mi caso fue, “tejidos mojados o en agua”.
Así comencé a investigar las formas de las que obtuve unos primeros dibujos o manchas. Con estas manchas hice pruebas con dos bordadoras profesionales probando diversos tipos de puntada y colores. Con el dibujo de esas manchas, creé un rapport, el diseño que se repetirá continuamente en el tejido, con un software de diseño. Lo modifiqué en un programa informático textil, el intermediario entre el diseñador o diseñadora y la máquina de Jacquard. Una vez finalizado este proceso, se realizó una pequeña prueba y se mandó a producción.
Mientras tanto, realicé los primeros diseños del modelo pensando en las formas retorcidas del tejido en el agua. Planteé una manga que se retorciese y que estuviese abombada sobre un cuerpo liso. Con este planteamiento, empecé a elaborar los primeros patrones y prototipos con los que mejoré el diseño. Cuando los patrones finales estuvieron terminados, ya sólo quedó confeccionar el modelo final con el tejido de Jacquard diseñado.
A pesar del contexto post-covid, el Erasmus Moda ha resultado ser toda una gran experiencia. Esta oportunidad ha supuesto una forma de desarrollar aún más mis conocimientos sobre el patronaje y el diseño de moda. He conocido nuevos tejidos y cómo éstos son realizados. Pero, no sólo he obtenido nuevos conocimientos sobre mi profesión, sino también sobre mí misma, mis capacidades, y sobre otras culturas completamente diferentes a la mía, por lo que es una experiencia que recomendaría vivir sin dudarlo“.