Inés Peña, profesora de Sala del Instituto tecnológico Fuenllana ha escrito un artículo en el portal SOLOEMPLEO donde explica las habilidades e importancia del Jefe de sala
El Servicio de sala marca la diferencia en un negocio de hostelería. El cliente no lo percibe, pero para que todo funcione y haya una correcta comunicación entre la sala y el servicio de cocina existe el jefe de sala o maître.
Inés Peña es profesional de la sala y profesora de los cursos de restauración del centro educativo Fuenllana, a continuación, nos habla precisamente de esta coordinación de todo el equipo y lo compara con una familia.
Como referente en nuestra vida, muchos de nosotros tenemos a nuestros padres. Esas personas que nos acompañan y, humildemente, nos enseñan de forma muy sutil, pero con gran fuerza, todas las formas y maneras de vivir una vida plena.
Desde pequeños, hemos visto cómo se cuida en nuestra casa hasta el más pequeño detalle, que se guarda sigilosamente y se ofrece de una manera natural y sin premeditar a las personas que lo conformamos, con el fin de que cada momento vivido, sea recordado intensamente.
Funciones del Jefe de Sala
Esto es comparable a la labor que se desarrolla en sala, la cabeza de familia, la parte humana de la gastronomía. Nos acompañamos para ser capaces de acoger a los clientes que nos visitan y hacerles sentir que están viviendo plenamente. Este es el momento actual que vive la sala. El poder abrir las puertas del restaurante y acoger a “los invitados” de la mejor manera para que se lleven “regalos” memorables. Hay que cuidar el más mínimo detalle, para que la persona que viene a visitarnos no eche de menos nada y se sienta único, cuidado.
No hay mayor felicidad que hacer feliz a los demás, por eso nos dedicamos a ser cabezas de familia en la gastronomía, como nuestros padres en la familia.
Formación Jefes de Sala
Como profesora y formadora de grandes camareros, intento transmitir estos pensamientos a mis alumnos en cada minuto que estoy con ellos, ellos son mis verdaderos clientes. Mi propósito es inculcarles valores como la generosidad, la humildad, el servicio a los demás, saber ser para saber estar, utilizar la inteligencia emocional. De igual forma, he de decir que lo que recibo de ellos es aún más grande. Cuando terminan sus estudios, me queda el agradecimiento de verles marchar más felices. Es emocionante pensar la capacidad que tenemos de poder compartir todo lo aprendido.
Finalmente, mencionar que, en este continuo aprendizaje, la gastronomía nos ha hecho más humanos, la sala, más emocionales.
Autor: Inés Peña